¿QUE SITIO ELIJO PARA CRECER LOS PANES?
Pequeños conceptos.
Los hongos pueden parecer a simple vista plantas, pero en realidad pertenecen a reinos distintos.
Mientras que las plantas fabrican su propio alimento mediante la fotosíntesis, los hongos necesitan que las “ayuden un poco” a poder alimentarse.
Para reproducirse, los hongos se valen de esporas.
Cada seta alberga miles de estas esporas que lanzarán al aire cuándo estén listas.
La espora, es en sí la esencia misma del hongo, su código genético en la forma más pura.
En comparación a las semillas de las plantas, no llevan ninguna cáscara protectora que las proteja de patógenos y condiciones ambientales duras.
Por eso mismo, el hongo tiene millares de estas esporas, tan sólo unas pocas llegarán a reproducirse.
No obstante, las setas crecen en medio de la naturaleza, donde abundan gérmenes y bacterias. Sin embargo las condiciones naturales son equilibradas y favorecen la reproducción de estas.
Normas básicas
Los lugares frescos y oscuros son buen comienzo.
Cuándo fructificamos un pan de setas, lo hacemos en el interior de un inmueble, nosotros controlamos todas las condiciones y no existen las bacterias beneficiosas que se encuentran en el exterior.
El lugar debe estar muy limpio y tener unas temperaturas constantes.
Entrar con frecuencia durante la fructificación aumenta los riesgos de contaminarlas con cualquier germen que traigamos de fuera. Si esto no es posible, lo mejor es lavarnos las manos bien antes de entrar y permanecer el menor tiempo posible.
Los entornos comunes son un foco de contaminación para el pan.
No fumes en el lugar.
Si tienes que manipular los panes es aconsejable que utilices guantes de látex y una mascarilla, si no dispones de ellos lava muy bien tus manos hasta el antebrazo y anuda un pañuelo limpio en la nuca, de manera que tape la boca y naríz.
¿Qué medio elijo?
Las bolsas que incluyen los kits de estudio micológico funcionan bien, además de permitir el intercambio de aire, mantienen la humedad (siempre que se hidraten regularmente) y alcanzan una buena altura. Són la opción más económica.
Como inconveniente, la rápida evaporacíón del agua y la anchura que siempre limita el crecimiento lateral de los hongos.
Una alternativa es abrir la bolsa una vez hayan alcanzado los 4 ó 5 cm.
Los propagadores o mini invernaderos son una de las opciones más utilizadas, retienen bien la humedad, bastante anchos y muy cómodos en su utilización.
Se desinfectan con facilidad para la siguiente fructificación.
Si se cuidan y guardan bien, tiene años de duración, amortizando el pequeño coste que suponen.
Caja de plastico o tupperware. Otro de los métodos favoritos, puedes encontrarlos de todos los tamaños, igual de económicos que los propagadores, la mayoría no incluyen sistema de ventilación, resisten todo tipo de golpes y se desinfectan y limpian con facilidad.
Armario de cultivo, este sistema resulta ideal para crecer varios panes al mismo tiempo y realizar un estudio más extenso de las múltiples variedades de Psilocybe que existen.
Hay que instalar un humidificador recargado con agua destilada, y añadir a la entrada y salida del aire dos pequeños ventiladores. Colocar filtros en ambas aperturas asegura una limpieza casi total del aire que circula.
Terrario, es como un armario de cultivo en miniatura. Menos costoso y de fácil control de condiciones ambientales.
Cuándo los hongos tiene un tamaño de 5-7 cm es conveniente permitir que se desarrollen sin ningún medio que los cubra de este modo captan más oxígeno y crecen mucho.
Hay algunos que desarrollan todo el proceso en la habitación, también es posible siempre y cuándo tenga las condiciones necesarias de humedad. En este caso la importancia de no introducir patógenos y hongos desde el exterior es fundamental. Limpieza total cuando se acceda al lugar.
Sea cuá sea el método que decidas, siguiendo estas sencillas pautas conseguirás cosechas considerables en poco tiempo.
